La web de Booking.com siempre ha sido un referente para todos los hoteleros.
En menos que canta un gallo la frase «si no estas en Booking.com no existes» se propagó por todas las oficinas de comercialización. El atractivo en usabilidad, su baja comisión, la traducción a decenas de idiomas y su sencilla extranet hicieron de esta web un referente mundial. Era el partner perfecto, siempre respetaba la paridad, era pago directo en el hotel, en definitiva todo era cristalino.
Correría el año 2012 cuando descubrí que Booking.com también trabajaba como afiliado con webs como Rumbo, surgió por un problema con una reserva de un cliente que decía haberla hecho a través de dicha web pero en nuestro bono aparecía Booking.com. En principio no le di mayor importancia, al fin y al cabo era pago directo en el hotel y el precio siempre seria respetado. El problema se presenta con las Tarjetas Virtuales para cobrar las habitaciones «No Reembolsables», un caramelito que se nos ofrece a los hoteles vacacionales con falta de liquidez en los largos inviernos. Bien es cierto que actualmente no es obligatorio cobrar por Tarjeta Virtual las tarifas No Reembolsables siempre y cuando no sean «no reembolsables» 100% , es decir, que tengan una política de cancelación poco flexible pero que permita cancelación en algún periodo (Ejemplo.: Cancelación gratuita con 60 días de antelación) pero empiezo a ver una intención oscura en todo esto y me surgen varias incógnitas.:
¿Darán la opción al cliente de prepagar su reserva con algún tipo de ventaja?
¿Aprovecharán la opacidad que le dan sus «afiliados» como muchoviaje, destinia,… para empezar a hacer «dumping»? ¿Ya lo están haciendo?
¿Podremos controlar o detectar cuantas habitaciones venden por afiliación y cuantas a través de su plataforma Booking.com?